
Cuando uno es chico, comienza a escuchar esos cuentos donde está la bruja, el príncipe y la princesa, y siempre estos dos últimos derrotan a la primera y el final es plenamente feliz, pero claro, cuando uno crece se da cuenta que todo eso era mentira, porque no existen esos tres personajes, son solo ficción. Te dicen que el amor es un sentimiento maravilloso, comienza con mariposas en la panza, te quedas sin palabras cuando estas con esa persona, todo cambia totalmente y solo se piensa en sí mismos. Pero una de las preguntas es, ¿Por qué nos hablan solo del amor y del desamor no nos dicen nada?, no puede ser más simple la respuesta, solo por el hecho, de que cuando sos chiquito nada es sufrimiento, es todo juego, risas, alegrías, solo llanto a la hora de querer algo y que no te lo puedan dar, pero claro, siempre te terminan convenciendo con algo y fácilmente sale la sonrisa de nuevo. Yo me pregunto, ¿Cómo hicieron los grandes para crecer una vez que conocieron el dolor?, ¿será fácil la respuesta? No lo sé, pero me da a pensar que ellos una vez que crecieron y se llevaron miles de desilusiones, acudieron a algo que es el último recurso, creer en lo bueno, pensar que después de una caída uno se puede levantar, como cuando se era chiquito y te pegabas un golpe, ¿Qué pasaba? Te levantaba y continuabas con tu juego y así se podía seguir hacia adelante.
No tengo ni idea como voy a hacer para seguir enfrentando problemas, pero sé que voy a dejar de pensar en lo malo, para solo pensar en lo bueno y así por lo menos seguir un poco más feliz, porque si se piensa solamente en lo malo, ¿Cuándo vamos a empezar a pensar en lo bueno? Por eso me parece que es tiempo de acabar con las malas ilusiones y poner la cabeza en blanco una vez en la vida, para poder seguir viviendo cada día de nuestras vidas. Si viene una caída, lo único que queda por hacer, es levantarse y seguir hasta el final.
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