miércoles, 27 de marzo de 2013
"RW".
Hay un puente que va de la infancia a la madurez. Cada uno lo cruza como puede, del otro lado está el mundo esperando a los que tienen el coraje de soñar, de correr riesgos para vivir a pleno. El mundo necesita espíritus rebeldes que puedan cambiarlo. Almas que se atrevan a ponerle el pecho a la vida y bandera blanca al corazón.
lunes, 25 de marzo de 2013
"Garganta del diablo"
"Cuenta la leyenda que hace muchos años, habitaba el río Iguazú, una enorme y monstruosa serpiente cuyo nombre era Boi.
Los indígenas guaraníes debían una vez por año sacrificar una bella doncella y entregársela a Boi, arrojándola al río.
Los indígenas guaraníes debían una vez por año sacrificar una bella doncella y entregársela a Boi, arrojándola al río.
Para esta ceremonia se invitaba a todas las tribus guaraníes, aún a las que vivían más alejadas.
Fue así que un año llego al frente de su tribu, un joven cacique cuyo nombre era Tarobá; el cual al conocer a la bella doncella india, que ese año estaba consagrada al sacrificio y cuyo nombre era Naipí, se reveló contra los ancianos de la tribu y en vano intentó convencerlos que no sacrificaran a Naipí.
Para salvarla sólo pensó en raptarla y la noche anterior al sacrificio cargó a Naipí en su canoa e intentó escapar por el río.
Pero Boi que se había enterado de esto, se puso furiosa y su furia fue tal que encorvando su lomo partió el curso del río formando lascataratas, atrapó a Tarobá y a Naipí.
Fue así que un año llego al frente de su tribu, un joven cacique cuyo nombre era Tarobá; el cual al conocer a la bella doncella india, que ese año estaba consagrada al sacrificio y cuyo nombre era Naipí, se reveló contra los ancianos de la tribu y en vano intentó convencerlos que no sacrificaran a Naipí.
Para salvarla sólo pensó en raptarla y la noche anterior al sacrificio cargó a Naipí en su canoa e intentó escapar por el río.
Pero Boi que se había enterado de esto, se puso furiosa y su furia fue tal que encorvando su lomo partió el curso del río formando lascataratas, atrapó a Tarobá y a Naipí.
A él lo transformo en los árboles que hoy podemos ver en la parte superior de las cataratas y a la cabellera de la bella Naipí en la caída de las mismas.
Luego se sumergió en la Garganta del Diablo, y desde ahí vigila que los amantes no vuelvan a unirse ... Pero, sin embargo, en días de pleno sol, el arco iris supera el poder de Boi y los une..."
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