Mar de Ajo, lugar que me encanta desde que tengo memoria, una playa hermosa, que cuando miro al mar me lleno de paz y tranquilidad, me olvido de absolutamente todo, y lo único que pienso es, que largo que es el mar, ¿Hasta donde llegara?, como va, como viene, lo que trae, lo que lleva... Lo que deja en mi. Esas olas grandes y fuertes, que transmiten miedo, pero al mismo tiempo decís no me va a hacer nada... Te metes abajo, queres salir esplendida, pero se sale como se puede. Y al final todo esta bien. Miras hacia la playa para ver si tus pertenencias están derecho a vos o si el mas te lleva.
Te lleva para adentro, y te tira para los costados... Haces una fuerza inmensa para salir, te cansas y terminas exhausta. Salís agarras el toallon, te secas y te pones bajo el sol para terminar de secarte completa. Sentís arena por todo tu cuerpo y la sal... Un cansancio único.
Llegas al departamento y compartís un bello momento en familia y amigos. ESAS SON VACACIONES.
